Y entonces, como ese respiro que nuestras infancias estaban necesitando tras dos años de pandemia y distanciamientos, llegaron las vacaciones de invierno.
Y con ella las actividades en los espacios culturales de toda la provincia.
Un monte blanco inspirado en poesías de la gran Beatriz Vallejos, el método Montessori en plazas para jugar, espacios de lectura, una imprenta que se convierte en el diario del día, las serigrafías de Mele Bruniard y miles de colores para combinar.
La Redonda: ese antiguo taller de locomotoras que se convirtió en un enorme espacio lúdico donde el ruido ya no es el de las máquinas sino el de niños, niñas, jóvenes, adultos y adultas compartiendo momentos inolvidables.
En tiempos difíciles, un tiempo para las sonrisas de los que más la necesitan.
Todos y todas invitados a disfrutar gratuitamente este ámbito de la cultura de Santa Fe.